Hoy todo me sabe a poesía: relamo las palabras, muerdo versos, degusto sentimientos…
Ligeros sabores pasean por mi mente a modo de sensaciones que en esta vida he vivido. ¿y si he digerido demasiados sentimientos? ¿y si me he quedado corta? ¿y si los he masticado mal y no les he sacado su verdadero sabor? ¿Qué hago si ha ocurrido eso? ¿masticarlos mas ahora? ¿discriminar los que quiero digerir y los que no?
Que va. Paso de hacer eso, lo que me toque digerir lo haré, lo que no, pues se quedara en el plato, es lo que ocurre diariamente con la comida ¿no?
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